¿Qué es la reflexología podal?

Orígenes y evolución:

Uno de los testimonios más antiguos se remonta al 2330 a.C. , con un cuadro encontrado en la pirámide egipcia de Saqqara, con la representación de dos personas realizando un masaje de reflexología.

Hay otros testimonios procedentes de la civilización maya, de los indios americanos y de la antigua China.

En los tiempos modernos fue el Dr. W.Fitzgerald, para ser reconocido como el padre de la reflexología podal actual.

Se encargó de dividir el cuerpo en diez líneas longitudinales delanteras y traseras, que partiendo de la cabeza llegan hasta las extremidades, dividiendo el cuerpo en otras tantas zonas que corresponden a zonas del pie.

El mapa de estas zonas del pie y la técnica operativa fueron formulados posteriormente por el terapeuta E. Ingham y introducidos en Europa en los años 1960.

¿Cómo funciona la reflexología podal?

La Reflexología Plantar es una técnica de acupresión que trabaja estimulando todos los sistemas del cuerpo reflejados en el pie.

Se estimulan los distintos puntos de los pies que presentan desarmonías, que corresponden a las distintas partes del cuerpo.

Esto sucede porque hay muchos receptores nerviosos en los pies, que están conectados a los nervios espinales y a su vez a nuestro cerebro.

La información se retransmite desde el cerebro dentro del organismo, nuevamente a través de los nervios espinales, llegando a los órganos y otras partes del cuerpo.

Técnicas y Prácticas:

La observación atenta de las zonas de interés del pie nos permite hacernos una idea de conjunto; cualquier anomalía encontrada respecto a un pie ideal será atribuible a una anomalía funcional del órgano o tejido reflejo correspondiente.

Para ello se realizan dos investigaciones distintas: una visual y otra táctil.

Pasando a la práctica del tratamiento, la estimulación en las diferentes zonas se realiza con acupresión del dedo índice y con el pulgar como apoyo pasivo del lado opuesto, o con la técnica denominada “lombriz” u “oruga”.

Consiste en pequeños movimientos de flexión y extensión de la articulación interfalángica del pulgar del operador, realizados en avance progresivo sobre el tejido del pie.

¿Cómo se realiza un tratamiento de Reflexología Plantar?

La Reflexología Plantar se realiza con el receptor recostado sobre una mesa en posición supina y con cojines de apoyo debajo del cuello y debajo de las rodillas.

El operador se sienta al final de la mesa y trabaja presionando los distintos puntos, situados especialmente en las plantas de los pies.

El destinatario permanece vestido, preferentemente con ropa cómoda, no ajustada, sin cinturones y quitándose los calcetines.

No está previsto el uso de aceites o cremas.

La duración del tratamiento es de aproximadamente una hora.

Beneficios de la reflexología podal:

Son innumerables, la Reflexología Plantar ayuda al organismo a estimular un proceso de autocuración, relacionándose por ejemplo con los siguientes trastornos:

-Ansiedad y depresión;-Dolor de espalda;-Dolor de cuello;-Insomnio;-Migrañas y neuralgias;-Trastornos del metabolismo y de la digestión;-Edemas e hinchazón, etc.

En particular, la Reflexología Plantar aumenta el funcionamiento del sistema linfático, que se encarga de eliminar el exceso de líquidos y sustancias tóxicas presentes en el organismo.

También mejora la circulación sanguínea en las zonas de los órganos reflejos, transportando oxígeno y nutrientes y eliminando los productos de desecho celular.

Reflexología Plantar frente a otros masajes:

Mientras que un simple masaje de pies se refiere a la manipulación de tejidos para relajar los músculos, la reflexología podal trabaja los puntos de presión para restablecer el flujo de energía vital por todo el cuerpo.

Además, mientras que en el masaje sólo se alivia el estrés y se estimula una sensación de relajación, en la Reflexología Plantar, a estos efectos placenteros, se suma una acción reequilibrante positiva sobre los trastornos y desequilibrios corporales, dentro del órgano o tejido correspondiente.

Conclusiones:

La Reflexología Plantar no tiene contraindicaciones importantes.

Al igual que otras técnicas holísticas, no sustituye a la práctica ni a la terapia médica.

No tiene función diagnóstica y no entra en conflicto con la terapia indicada por el médico, pero es una ayuda válida que complementa los tratamientos médicos.

Sus beneficios han sido demostrados y documentados por numerosos estudios científicos.