SHIATSU Y LA RESPIRACIÓN

La respiración avanza como las olas del mar, a veces más intensas y otras más ligeras, que llegan a la orilla, la besan y luego regresan al mar”.

Esta metáfora identifica perfectamente la evolución exacta de la respiración.

Es fundamental prestar atención a nuestra respiración, para comprender su importancia en nuestro proceso vital.

La respiración es involuntaria y crea un ritmo incesante como las olas en la playa; como todo ritmo, está íntimamente conectada a una musicalidad natural dentro de nuestro cuerpo, del cual el diafragma, la garganta y las fosas nasales constituyen los principales solistas en la sinfonía de la respiración.

De un acto involuntario se puede transformar, sin interrupción, en un acto voluntario realizando una inhalación más profunda, o aumentando el intervalo entre ésta y una exhalación posterior.

Por tanto es posible decidir voluntariamente inhalar una mayor cantidad de aire y en consecuencia exhalar, lo que vacía nuestros pulmones más profundamente.

Volviendo a la cuestión musical, hay dos ritmos interconectados: el de la respiración y el de los latidos del corazón.

Las experiencias de vida, las experiencias psicosomáticas, modifican nuestros patrones respiratorios: según el momento, la respiración cambia a medida que cambian nuestras emociones y estados de ánimo.

La sociedad nos pone en contacto con emociones como la ansiedad, el miedo, la ira y el estrés, que, al interactuar con posturas incorrectas y actitudes de compensación física del cuerpo, modifican la frecuencia, profundidad y calidad de la respiración. En la práctica de Shiatsu, el operador recurre a sus conocimientos previos y a su conciencia del Aquí y Ahora, de la realidad contingente, para optimizar la progresión de su respiración, en sincronía con la acupresión sobre los meridianos energéticos del receptor y posiblemente también en sincronía con la respiración de el receptor.

En un tratamiento de Shiatsu los factores que tienen una importancia fundamental son: la respiración, la postura y la atención, que en la práctica resultan interdependientes e inseparables.

La palabra «atención» aquí significa mayor sensibilidad y capacidad de escucha, que le permiten trabajar manualmente donde es más necesario en términos de energía.

Durante el tratamiento se crea un diálogo energético a nivel subconsciente, sin recurrir a las palabras, sino al contacto y la respiración.

El ritmo respiratorio regular y profundo del operador constituye una dirección, una guía para la del receptor.

Cuanto más profundo, más regular e hipnótico es el ritmo, más se estimula al receptor a abandonar la parte racional, a explorar su parte introspectiva, donde los sentimientos y emociones aún deben ser refinados y transformados positivamente, para restablecer un equilibrio emocional óptimo. .

A nivel inconsciente, el mensaje enviado por la respiración del operador es de serenidad y pacificación y, al infundir confianza, promueve una relajación profunda; esta respiración también tiende a nivel sonoro a guiar la del receptor, como un diapasón que sugiere el entonación correcta de la respiración, que de otro modo sería poco armoniosa y también desordenada y superficial. El maestro espiritual indio Sri Sri Ravi Shankar afirmó que:

«Cada emoción está conectada con la respiración. Si cambias la respiración, cambias el ritmo y puedes cambiar la emoción».

El operador de Shiatsu se centra en la respiración, el equilibrio, el centrado, la fuerza y ​​el posterior intercambio con el receptor.

El monje budista Thich Nhat Hanh dijo que:

«Con el acto de respirar conscientemente entras en ti mismo. Tu cuerpo respira y tu cuerpo es tu hogar. En cada respiración puedes regresar a ti mismo».

El Shiatsu no es sólo una simple técnica manual, sino que es ante todo un trabajo del operador profesional sobre sí mismo, para ofrecer y garantizar un tratamiento del más alto nivel, asegurándose una postura correcta, una respiración profunda y regular, que sea funcional a su bienestar, pero sobre todo es garantía de la calidad del tratamiento; la respiración profunda y regular pacifica su mente, conduce a una purificación en su corazón y por consiguiente en sus manos, acogiendo plena y libremente al destinatario. Durante el tratamiento de Shiatsu se trata el cuerpo, mientras se toca el alma, las emociones vividas y el espíritu; la respiración es vida, la respiración representa toda nuestra fuerza.

El control de la respiración da al hombre fuerza, vitalidad, inspiración y poderes mágicos” (Chuang Tzu – filósofo chino, 400 a.C.).

El secreto de la práctica del practicante de Shiatsu es el control y aprovechamiento de su respiración.