Studio Simone Palazzo
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SHIATSU y OSTEOPATÍA:
Mi formación para obtener un diploma en Osteopatía, desde mi profesión como practicante de Shiatsu, me ha permitido vislumbrar las numerosas posibilidades de integración que pueden existir y desarrollarse entre dos disciplinas aparentemente distantes, pero en realidad sinérgicas: el Shiatsu y la Osteopatía. Ambas representan enfoques terapéuticos basados exclusivamente en técnicas manipulativas y en la habilidad y sensibilidad manual del profesional que las aplica, y ambas tienen como objetivo tratar a la persona en su totalidad y complejidad.
El shiatsu es un tratamiento de suelo que se practica sobre un futón japonés tradicional, utilizando técnicas de acupresión (pulgar, palma, codo y rodilla) y movilización articular, tanto en el cuerpo del receptor como en la red de meridianos energéticos de Acupuntura. Esto es precisamente lo que lo caracteriza y lo diferencia de las terapias occidentales comunes, pero a la vez representa un puente conceptual, haciéndolo perfectamente compatible con ellas. Según las antiguas tradiciones médicas chinas y japonesas, nuestro cuerpo está compuesto por todos los huesos y músculos que conforman nuestro sistema musculoesquelético, pero también por una densa red de meridianos energéticos, estructuras que no son anatómicamente específicas, sino que existen a un nivel más sutil, influyendo en nuestro sistema musculoesquelético (y en el cuerpo en general) al interactuar con todas nuestras estructuras anatómicas.
Por ejemplo, el meridiano de la vejiga urinaria, tradicionalmente considerado una estructura fundamental de todo el cuerpo, suele tratarse para problemas osteomusculares relacionados con la espalda, ya que su recorrido discurre junto a la columna vertebral. Otros ejemplos incluyen el meridiano de la vesícula biliar, que conecta con las partes laterales del cuerpo y, por lo tanto, desempeña un papel crucial en el control de la postura y la movilidad articular óptima.
La osteopatía, también definida como una disciplina natural con un enfoque exclusivamente manual, tiene como objetivo terapéutico estimular la autorregulación y la autocorrección del cuerpo, además de eliminar el síntoma.
En Osteopatía, al igual que en Shiatsu, los síntomas se consideran una señal de alerta que indica que algo en el cuerpo tiene dificultades para funcionar o expresarse al máximo, alterando así la fisiología articular, la postura y la salud general.
La Osteopatía representa un enfoque diagnóstico y terapéutico manual para las disfunciones de movilidad que afectan a todos los sistemas del cuerpo: articulaciones, huesos, músculos, tejidos, vísceras, circulación venosa y linfática, y el sistema nervioso periférico. Tras la aplicación de maniobras correctivas específicas, se libera la articulación y el tejido de la zona afectada, restaurando la movilidad fisiológica que cada parte de nuestro cuerpo, debe poder expresar siempre al máximo.
La verdadera esencia de estos dos enfoques terapéuticos reside precisamente en ayudar al paciente a recuperar una sensación de plenitud, desarrollando así una mayor conciencia corporal y, por consiguiente, una nueva sensación de bienestar. Todo lo que se estanca vuelve a fluir, todo lo que no fluye vuelve a fluir, lo que está bloqueado puede volver a moverse, y esto significa salud.
Studio Simone Palazzo
Shiatsu Operador
Especialista en Osteopatía, D.O.
¿QUÉ ES EL SHIATSU?
El Shiatsu es un tratamiento que se realiza en todo el cuerpo del paciente, utilizando diversas técnicas, entre ellas:
– Presión (palma, pulgar, codo y rodilla del paciente);
– Estiramiento muscular;
– Movilización articular;
El objetivo de un tratamiento de Shiatsu es restaurar el bienestar psicofísico del paciente. Puede recibirse periódicamente, tanto para tratar dolencias físicas específicas (dolor de cuello, lumbalgia, rigidez muscular, etc.), como para muchos otros trastornos a menudo causados por el estrés, como también y especialmente en ausencia de afecciones específicas, simplemente para restaurar o mantener el equilibrio natural del cuerpo.
El tratamiento de Shiatsu se realiza en un ambiente tranquilo y relajante, con el paciente vestido con ropa cómoda y tumbado en un futón en el suelo.
¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS?
– La acupresión tiene un efecto relajante y descontracturante en todo el sistema muscular;
– Diversas técnicas de manipulación (estiramiento, alargamiento y movilizaciones) promueven y mejoran la circulación sanguínea, linfática y hormonal;
– La estimulación manual actúa sobre la red energética del cuerpo (meridianos energéticos) y estimula el sistema nervioso central y periférico, mejorando el estado de ánimo, el bienestar psicofísico y el manejo del dolor.
Dr. Simone Palazzo
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Shiatsu e Ben Essere di Elisa
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Bambú y Meridianos:
¿Sabías que…? Existe una analogía en la Medicina Tradicional China (MTC) con el bambú. El bambú es hueco, flexible y a la vez fuerte, al igual que los meridianos, diseñados para permitir que la Energía Vital (Qi) y la Sangre (Xue) fluyan sin obstrucciones. En Shiatsu, al igual que en la Medicina Tradicional China, un meridiano sano es flexible y vital, como un tallo joven de bambú.
Cuando un meridiano se bloquea, se vuelve rígido, contraído o vacío, como el bambú seco o agrietado.
El bambú crece en segmentos, separados por nodos, que recuerdan a los puntos de Acupuntura: lugares de intersección, regulación o transformación del Qi. En otras escuelas de inspiración Taoísta, los puntos Shu dorsales se comparan con los nodos del bambú, donde la energía de los órganos se conecta directamente con el mundo exterior.
El bambú representa la resiliencia, la capacidad de doblarse sin romperse, lo que evoca:
– Jing (Esencia), que otorga fuerza interior. – – Qi defensivo (Wei Qi), que fluye en la superficie como el viento en un bosque de bambú.
En algunos textos Taoístas, se compara al practicante con el bambú: hueco para acomodarse, sólido para resistir, flexible para adaptarse. Esto encaja con el ideal del practicante de Shiatsu: centrado, pero no rígido; estable, pero no cerrado.
«Estudiar sin pensar te vuelve estúpido. Pensar sin estudiar es peligroso.» – Confucio –
¡Buena práctica!
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